Si hasta ahora “reducir, reutilizar y reciclar” era la máxima de la economía circular, las instituciones europeas y las empresas están poniendo el foco en la reparación, que en algunos sectores podría ser clave para ahorrar cientos de miles de euros y evitar la emisión de toneladas de dióxido de carbono a la atmósfera.
Plastic Repair System inició su andadura ofreciendo maquinaria para arreglar elementos de plástico, pero hace unos años cambió su modelo de negocio para integrar verticalmente las operaciones de reparación. Con ello, están creciendo de manera exponencial, con tres plantas en España, dos en México y una en Polonia, desde donde ofrecen soluciones a empresas de logística, embotelladoras, fabricantes de latas, automoción y alimentación, entre otros sectores industriales.
“Entre un 10 o 15 % de los elementos retornables en logística y cadenas de suministro se dañan anualmente”, explica Neila, quien considera que su empresa aporta un valor económico y medioambiental único en toda la cadena de proveedores que utilizan estos elementos de plástico, un material con una capacidad de reciclaje finita, al contrario que otros componentes como el aluminio o el acero.