Hace casi 50 años que Asprodalba comenzó su andadura en Almería, provincia en la que se ha convertido en un referente en el acompañamiento de personas con discapacidad intelectual para que lleven una vida plena y digna.
“Desde un enfoque de apoyos personalizados, acompañamos a cada persona en su camino, en su proyecto de vida, en todas en todas sus dimensiones: vivienda, empleo, ocio, salud, relaciones, participación comunitaria…”, dice De Haro Orozco.
La organización propone a estas personas casas en las que viven como en pequeñas residencias, y las acompaña con formaciones y talleres que fomentan la inserción laboral y personal de sus residentes. Esto genera un impacto no sólo en la vida de estas personas y sus familias, también cambiando la percepción social sobre la discapacidad.