El Fondo de Impacto Social (FIS) quiere dar respuesta a retos sociales y medioambientales, como la integración territorial y social, la reducción de las desigualdades o la consolidación del Estado de bienestar.
“Apoyamos proyectos que sean sostenible económicamente pero que tengan una intencionalidad de generar un impacto positivo, medible y evaluable, para que que al cabo de un tiempo podamos decir que esa inversión ha abordado un reto social con una serie de resultados”, explica Raúl Sánchez en la entrevista.
Para Sánchez, la Unión Europea tiene claro que “no sólo la economía manda” y que no hay que perder el rumbo del impacto social. Por ello, pese a la incertidumbre que puede pesar en los fondos de inversión por las tensiones geopolíticas, recuerda que la economía de impacto en España se ha multiplicado por tres desde 2018 y que a nivel europeo crece a ritmos del 20 o el 30 %. “Cada vez más agentes están incorporando esa intencionalidad de generar un impacto social y medioambiental positivo”, argumenta.