Primero en Andorra y más adelante en Guinea Ecuatorial, Gambia o Senegal, Kosmos Impact recurre al poder del balón para ofrecer a los niños un entorno seguro y luchar contra el abandono escolar y el absentismo.
“Después de muchos años trabajando en proyectos sociales y educativos, te das cuenta de que lo importante para trabajar con niños y adolescente es tener un gancho, el fútbol es el deporte mayoritario”, explica Marc Pastor Oliva, que ensalza el poder mágico del fútbol para cambiar las cosas, siempre que se use desde un punto pedagógico.
Mientras que en los países occidentales buscan a ofrecer un refuerzo de los valores en un momento clave de la vida, la entrada a la adolescencia, en los países en vías de desarrollo, Kosmos Impact pretende ofrecer un refugio seguro y divertido para niños que, a menudo, viven situaciones muy difíciles en su día a día. “Estamos en contacto directo con profesores, directores de escuela y familias para tratar de generar un impacto muy elevado usando el fútbol como herramienta”, señala Pastor Oliva.