Combatir la exclusión social con ricos bocadillos. Esa es la voluntad de B de Bocata que, tras la apertura de sus dos primeros locales, en Barcelona y Palafrugell, aspira a seguir dándose a conocer en otras ciudades para seguir contribuyendo a la inclusión de personas en riesgo de exclusión social.
“Creemos en el poder transformador que tiene la oportunidad. No todos nacemos con esa oportunidad. Apostamos por personas que tienen talento y potencial, dando segundas y terceras oportunidades. Cada bocata que servimos es un paso hacia la inclusión social”, confía Argente.
Desde el punto de vista gastronómico, elevan el bocadillo al plano de lo ‘gourmet’, alejándose de la idea preconcebida de que un bocata es algo barato y cutre.