Con el principio de que la “educación cura”, esta ONG creada en Barcelona hace más de 30 años interviene en 18 países acompañando a casi un millón de niños y niñas. En los últimos años, constatan que el impacto de la pobreza en la educación se ha acelerado en países ricos, como España, haciendo que para muchos menores la educación no sea ya una herramienta de ascensión social, como solía considerarse.
“La educación ha dejado de ser esa garantía de que si estás educado tienes una vida mejor. Y eso básicamente es por el impacto de la pobreza”, explica Guiomar Todó, que apunta que ahora mismo en España uno de cada tres niños viven en situación de pobreza y vulnerabilidad.
Todó recuerda que el comedor, el tiempo de ocio, el acceso a la educación de 0 a 3 años o la educación para la ciudadanía, entre otros factores, ayudan a que la educación tenga un poder de transformación.
